Sir Norman Foster, uno de los más renombrados arquitectos del mundo y autor de obras tan conocidas como el nuevo estadio de Wembley o el impresionante rascacielos St Mary Axe (The Gherkin), ha presentado un increíble proyecto para construir ciclovías sobre la ciudad de Londres. Este proyecto, denominado 'SkyCycle', propone la construcción de una impresionante red de 221 kilómetros de vías para ciclistas, compuesta por 10 rutas que se elevarían sobre las vías de tren existentes en la capital inglesa y que tendrían capacidad para nada menos que 12.000 ciclistas por hora.
Como ciudad multicultural, en Londres conviven personas de una gran cantidad de culturas diferentes y se hablan más de 300 idiomas distintos. El área metropolitana de Londres, con una población estimada de entre 12 y 14 millones de personas, es la mayor de todo el continente europeo, siendo uno de los centros neurálgicos globales en el ámbito de las artes, el comercio, la educación, el entretenimiento, la moda, la investigación, el turismo o el transporte, además de ser el principal centro financiero del mundo junto a la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos.
Bajo este panorama tan alentador, la seguridad vial de los ciclistas londinenses se convierte en un potencial problema que enturbia drásticamente la calidad de vida de esta capital. Con 14 ciclistas fallecidos en 2013 solamente en las calles de Londres, el arquitecto Norman Foster propone, no solamente una utopía para los ciclistas, sino también una solución ante el previsible riesgo de aumento de accidentes en bicicleta ante el (también previsible) considerable aumento de número de ciclistas en la ciudad durante los próximos años.
SkyCycle es un impresionante proyecto que podría transformar la ciudad de Londres en un verdadero paraíso para los aficionados a la bicicleta. La primera fase de este proyecto, con un tramo de 6,4 kilómetros desde East London hasta la estación de Liverpool Street, tendría un coste estimado de 200 millones de libras esterlinas. Sin coches, autobuses ni estrés derivado del tráfico, los 221 kilómetros de ciclovías permitirían a los londinenses desplazarse en bicicleta de forma rápida, cómoda y segura, mediante 12 rutas y más de 200 accesos desde distintas partes de la ciudad para favorecer los desplazamientos urbanos, convirtiéndose en la ciudad de referencia mundial sobre movilidad urbana. ¿Un sueño? El tiempo lo dirá...
