La alimentación es una de las cosas más importantes que todo deportista debe cuidar si quiere obtener el máximo beneficio de la práctica del ejercicio físico. Como norma general, a muchas personas les resulta bastante difícil mantener una dieta sana durante el día a día, pero poniendo en práctica los siguientes cinco sencillos consejos alimenticios podremos conseguir de manera fácil una dieta sana que beneficiará a nuestra salud de manera significativa:
- Desayuna mucho y cena poco: A medida que van pasando las horas del día nuestro cuerpo no necesita la misma energía para funcionar. El desayuno es una de las comidas más importantes del día, ya que es por la mañana cuando nuestro organismo consume más calorías y más activo está. A medida que llegamos al final del día, ya no necesitamos consumir tantas calorías y un exceso de las mismas durante la cena hará que éstas se almacenen en forma de grasa mientras dormimos.
- Dos frutas al día, como mínimo: Las frutas nos proporcionan vitaminas y minerales y son la forma más cómoda y eficaz de asegurar el aporte necesario de estos micronutrientes en nuestra dieta. Lo mejor, ir cambiando cada día de fruta para evitar caer en la monotonía. Cuanta más variedad y colores, mejores serán los beneficios para nuestro organismo.
- Agua, fuente de vida: Tenemos que evitar las bebidas azucaradas y el alcohol. El agua es el mejor alimento para hidratarnos, además de no tener calorías que puedan transformase en grasa en nuestro cuerpo. Hidrata nuestro cuerpo, ayuda con la digestión de los alimentos y siempre la tenemos disponible, vayamos donde vayamos. Acostumbrarse a beber agua durante las comidas es uno de los mejores hábitos que podemos acostumbrar a seguir.
- Cena un par de horas antes de acostarte: De esta forma evitaremos que la digestión interfiera en la calidad de nuestro sueño. Como ya hemos leído antes, conforme pasan las horas del día disminuye la cantidad de calorías necesarias para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Cenas livianas y ligeras mejorarán notablemente la calidad de nuestro sueño.
- Abandona los alimentos fritos:: Las frituras son el multiplicador oficial de calorías y grasas en nuestra dieta. El mejor consejo es limitar el consumos de alimentos fritos a 1 o 2 veces por semana, y acostumbrarnos a cocinar alimentos a la plancha, al horno o cocidos. De esta manera mejoraremos la calidad de los alimentos consumidos y reduciremos de manera significativa el consumo de grasas (y calorías) en nuestra dieta diaria.
Como podemos ver, adquirir estos cinco sencillos hábitos nutritivos es una tarea fácil que no tendrá ninguna dificultad y hará que nuestra dieta aumente en calidad. En poco tiempo notaremos sus resultados en forma de reducción de peso y de mejora en las digestiones y en nuestra calidad del sueño.
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