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Los calambres y el Mountain Bike. ¿Cómo podemos evitarlos?

Probablemente todos hemos sufrido alguna vez un calambre o rampa sobre nuestra bicicleta. Un calambre se produce cuando se altera el equilibrio...

Probablemente todos hemos sufrido alguna vez un calambre o rampa sobre nuestra bicicleta. Un calambre se produce cuando se altera el equilibrio entre agua y minerales que existe dentro del músculo. Cuando este equilibro se pierde, el correcto funcionamiento del músculo también se altera provocando una contracción de los mismos de forma involuntaria y descontrolada, dando como resultado esa cara de descompuestos que se nos pone cuando el dolor de nuestras piernas sobrepasa el umbral de lo soportable.

Los calambres y el Mountain Bike. ¿Cómo podemos evitarlos?

¿Cuándo se producen y cómo evitar los calambres?

Normalmente, la estación más calurosa es el periodo más común para que aparezcan nuestros queridos calambres o rampas, aunque se pueden sufrir en cualquier momento y lugar. El músculo afectado queda completamente agarrotado y aparece una dolorosa sensación de quemazón en la zona que puede arruinar una bonita salida en Mountain Bike y convertirla en una pesadilla más digna de Wes Craven.

Cualquier ciclista está expuesto a sufrirlos, sea cual sea su condición física. Sin embargo, los calambres o rampas suelen ir ligados a la intensidad del ejercicio; cuanto mayor es el esfuerzo realizado, mayor es la posibilidad de sufrir su aparición. Ésto sumado a el calor, varias horas de pedaleo y una hidratación insuficiente, la ecuación tiene un resultado muy claro que nos lleva a unos indeseables calambres.

La mejor forma de prevenir la aparición de calambres es seguir una serie de pautas muy sencillas que tienen un gran efecto:

  • Para evitar la aparición de calambres, lo primero que debemos hacer es realizar estiramientos antes y después del ejercicio. De esta forma preparamos nuestros músculos para el esfuerzo que se avecina o los relajamos tras una dura sesión de entrenamiento.
  • Hay que evitar el ejercicio intenso en condiciones de temperatura muy elevadas. Es decir, con el sol apretando no es recomendable forzar en nuestros entrenamientos porque, además de calambres, podemos tener muchos y más graves problemas. Con mucho calor, entrenamientos suaves y mucha hidratación.
  • Debemos beber abundante líquido durante nuestras salidas en bicicleta. Además de agua, tenemos que hacer uso de bebidas enriquecidas con sales minerales, también conocidas como bebidas isotónicas. Lo más importante es asegurarnos de que estas bebidas contengan al menos dos minerales entre su composición: sodio y potasio.
  • Y por último, no está de más consumir algún tipo de alimento rico en potasio durante nuestras salidas en bicicleta. Además de llenarnos un poco el estómago y mitigar la sensación de hambre, estos alimentos también contribuirán a disminuir la posibilidad de aparición de rampas o calambres. Los mejores alimentos para nuestras salidas están muy claros; el plátano y el kiwi.

Resumiendo, hay que estirar bien antes y después de montar en bicicleta, y por supuesto hidratarnos correctamente durante el ejercicio físico. De esta forma reduciremos drásticamente la posibilidad de aparición de calambres. Si aún así sufrimos alguno, tendremos que combatirlo de la mejor forma posible. Bajar de la bici o disminuir el ritmo si estamos en plena competición y beber abundantemente alguna bebida isotónica para recuperar minerales. Después, pedalear con calma hasta que desaparezcan las molestias. Y por encima de todo, disfrutar del Mountain Bike.

Imagen | MTB Leganés

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