Dos participantes fallecidos en la segunda edición de la Maratón Vías Verdes Ojos Negros disputada en la localidad de Navajas, en la provincia de Castellón. Con este balance tan trágico y nunca antes visto en una prueba popular de estas características se pone sobre la mesa, una vez más, la temida muerte súbita en los deportistas y la importancia (¿y quizá obligatoriedad?) de realizar al menos una prueba de esfuerzo anual para evitar este tipo de fallecimientos derivados de una práctica deportiva más o menos intensa.
La tragedia ha marcado un fin de semana que, inicialmente, iba a ser compartido por miles de aficionados al atletismo como una jornada deportiva de compañerismo, salud y diversión. Francisco Amat, de 57 años y vecino de Alicante, fallecía durante el transcurso de la prueba desplomándose en mitad de la carrera, sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada para salvar su vida. Juan Barros, de 45 años y procedente de Barcelona, fallecía en el hotel donde se alojaba horas después de completar la carrera sin aparentes problemas, víctima de fuertes convulsiones que terminaron en fallecimiento.
Ambos corredores eran habituales en este tipo de pruebas y gozaban de una buena forma física, en contraposición con el trágico desenlace ocurrido. La muerte súbita en los deportistas es un problema real que debemos tener muy en cuenta a la hora de practicar ejercicio físico de alta intensidad. Es producida por una parada cardíaca repentina, tiene una mayor incidencia en personas activas (deportistas) que en sedentarias, afecta a deportistas de todas las edades y suele producirse durante la práctica del ejercicio físico o inmediatamente después.
¿Es posible prevenir la muerte súbita? Como indica su propio nombre, se trata de un fallo cardíaco repentino, en la mayoría de ocasiones debido a una anomalía cardiovascular no detectada a tiempo. Sin embargo, es posible prevenir este problema o algún otro problema relacionado con nuestra función cardíaca mediante una prueba de esfuerzo realizada por un servicio médico especializado. Gracias a este tipo de prueba, especialmente aconsejable para deportistas de cualquier edad, podemos detectar cualquier tipo de anomalía en nuestra actividad cardíaca y actuar en consecuencia.
