En Julio de 2014, el viceprimer ministro británico Nick Clegg declaró que le gustaría que el número de desplazamientos en bicicleta realizados en el Reino Unido se multiplicara por dos en el año 2020. Hace apenas unos días, en una cumbre sobre el uso de la bicicleta celebrada en Bristol, Clegg reafirmó su postura presentando un nuevo plan de inversión de 214 millones de libras esterlinas (algo más de 270 millones de euros al cambio) para financiar el fomento del uso de las bicicletas en el Reino Unido durante los próximos tres años.
"Quiero traer el ciclismo de los Alpes a las calles británicas. El legado de las Olimpiadas de 2012 y el comienzo del Tour de Francia en Yorkshire han iniciado una revolución ciclista para todos; no sólo en los velódromos ni necesariamente para ir vestidos de lycra, sino para ir al trabajo, al colegio o de compras. Reafirmo mi compromiso de convertirnos en un país ciclista como Dinamarca u Holanda, porque los beneficios serán enormes. Millones de libras de ahorro en gasto sanitario, menos contaminación y congestión del tráfico y gente más sana y feliz. Desde el Gobierno ponemos el dinero encima de la mesa; ahora necesitamos que las autoridades locales se suban a la bicicleta y nos lleven a la meta final", declaraba Nick Clegg en la presentación de su nuevo programa de inversión.
El nuevo plan de inversión para el fomento del uso de las bicicletas en el Reino Unido incluye 114 millones de libras para financiar el plan Cycling Ambition Cities Programme, dirigido a acelerar el desarrollo de vías ciclistas en Bristol, Birmingham, Cambridge, Leeds, Manchester, Newcastle, Norwich y Oxford, con el objetivo de mejorar la seguridad de los ciclistas y disminuir los accidentes. Otros 100 millones de libras van destinados al programa Strategic Road Network, destinado a mejorar las condiciones en las que ciclistas y viandantes se desplazan a lo largo de las calles más transitadas e importantes del país.
Junto a este paquete de medidas de inversión, el viceprimer ministro británico también ha presentado dos iniciativas igualmente interesantes para promover el uso de la bicicleta. La primera de ellas es una red solidaria en colaboración con Halfords, una importante cadena de tiendas del Reino Unido, para donar y/o reparar bicicletas y cascos a los colegios de las zonas más deprimidas incluidas en el plan Cycling Ambition Cities Programme. La segunda iniciativa consiste en el lanzamiento de programas de formación para padres e hijos para mejorar las habilidades sobre la bicicleta y concienciar del buen uso de la misma a los ciclistas noveles.
La apuesta del Reino Unido hacia el fomento y uso de las bicicletas traerá consigo una importante evolución repleta de ventajas, y tal y como se puede apreciar en un estudio acerca de la inversión hacia un modelo ciclista en las políticas del país anglosajón:
- Un ahorro de 17 billones de libras para el sistema sanitario británico en 20 años.
- Una reducción de los accidentes mortales en carretera de un 30%.
- Un incremento del 25% en la capacidad de movimiento de las familias más pobres del país.
- Un incremento del 25% en el negocio minorista.
En nuestro país, el único plan de inversión que encontramos a nivel nacional es el recientemente aprobado PLAN PIMA AIRE 4, destinado a la subvención de la compra de bicicletas eléctricas. Las medidas adoptadas por el Reino Unido son a todas luces ventajosas y más que envidiables; un claro ejemplo de que para fomentar el uso de las bicicletas hay que empezar a construir las bases de unas vías seguras y sostenibles para sus usuarios, invirtiendo en seguridad, infraestructuras y formación y no en bicicletas eléctricas que, en cualquier caso, nunca van a tener un número elevado de usuarios si antes no apostamos por el uso de la bicicleta convencional. Y es que, señores políticos del Gobierno de España, si se empieza la casa por el tejado, la casa se hunde sin remedio alguno.
En GOV.UK | Deputy PM announces £214 million investment in cycling
