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Algunos consejos para practicar Mountain Bike (si lo haces) bajo la lluvia

Ya se acerca el Invierno y con ello los días grises y lluviosos que inevitablemente nos acompañarán a lo largo de unos meses. A pesar de que...

Ya se acerca el Invierno y con ello los días grises y lluviosos que inevitablemente nos acompañarán a lo largo de unos meses. A pesar de que no es muy aconsejable rodar los días de lluvia, no está de más recomendar algunos consejos para todos aquellos amantes del Mountain Bike que deciden salir a pedalear sin importarles demasiado las condiciones atmosféricas que se presenten. Rodar con lluvia requiere ciertas precauciones que todos deberíamos tomar si no queremos terminar empapados, muertos de frío y con unos bonitos mocos asomando por nuestra enrojecida nariz.

Algunos consejos para practicar Mountain Bike (si lo haces) bajo la lluvia

Entrenar con lluvia, ¿qué necesito saber?

Lo primero que deberíamos saber es que la lluvia es esencial para que la naturaleza crezca y las montañas por las que rodamos se mantengan bien bonitas. Cuando llueve, los caminos y el terreno por los que normalmente circulamos en bicicleta absorben el agua y se tornan más delicados e inestables. Las ruedas de una bicicleta causan una grave erosión sobre terrenos húmedos, y por ello no es aconsejable salir en días lluviosos.

A pesar de ello, si la lluvia nos pilla de camino o si no podemos evitar salir a rodar sean cuales sean las condiciones atmosféricas que nos acompañen, deberíamos seguir una serie de consejos que sin duda serán muy útiles para entrenar más eficientemente en días lluviosos y causar el menor impacto posible sobre el terreno. Sin más preámbulos, algunos consejos para entrenar bajo la lluvia:

  • Protege tu cuerpo de la humedad: Algunas personas tienen la piel más delicada que otras, pero no hay duda que pasar algunas horas con nuestra piel mojada no es nada recomendable. Lo mejor para evitar posibles problemas cutáneos y proteger la piel de forma efectiva es aplicar un poco de aceite para bebés en brazos, piernas y cualquier otra zona de nuestro cuerpo expuesta a la lluvia. De esta manera el agua resbalará sobre el aceite protegiendo mejor nuestras extremidades.
  • Elige la vestimenta adecuada: Hay que dejar de lado todas aquellas prendas de algodón o materiales naturales que absorben el agua muy fácilmente, haciéndonos sentir más pesados y húmedos de lo normal sobre la bicicleta. Lo mejor, elegir prendas deportivas de material sintético y con propiedades hidrorepelentes, como ponchos y cortavientos impermeables. Nuestro cuerpo lo agradecerá.
  • Los pies, siempre secos: No hay nada peor que tener la sensación de los pies fríos. Por las misma razón que en el consejo anterior, hay que evitar hacer uso de calcetines de algodón y optar por tejidos sintéticos como el neopreno, muy recomendable en caso de lluvia. Además, debemos usar zapatillas a prueba de agua o protegerlas mediante fundas impermeables para evitar que la humedad alcance el interior de nuestras botas.
  • Protege tu cabeza del agua: Llevar casco es fundamental para proteger nuestra cabeza de algún posible impacto, pero de nada sirve a la hora de evitar que el agua no alcance nuestro cuero cabelludo. Debemos colocar bajo el casco algún gorro de material sintético, como por ejemplo haciendo uso del gorro de un poncho o cortavientos de tejido impermeable. Así iremos protegidos y, además, con las ideas bien secas.
  • Pon tus cosas a buen recaudo del agua: El teléfono móvil, el iPod o la moderna llave electrónica de nuestro flamante coche deben estar bien protegidos de la lluvia para evitar encontrarnos con la desagradable sorpresa de que hemos estropeado alguno de ellos. Podemos usar bolsas o fundas de neopreno o algún otro material impermeable para mantener nuestras cosas bien protegidas de la lluvia.
  • Con la lluvia, reduce la velocidad: Al igual que ocurre con el resto de vehículos sobre ruedas, la lluvia y el barro hacen que las ruedas de la bicicleta pierdan adherencia sobre el terreno. Para evitar caídas no deseadas y sustos varios, debemos reducir la velocidad en días lluviosos. Tampoco debemos rodar más rápido con el viento y la lluvia en contra; rodar lentamente con el viento en contra es equivalente a rodar muy rápido en un día sin lluvia ni viento.
  • Reduce en lo posible la erosión del terreno: Las ruedas de la bicicleta causan una gran erosión sobre terrenos húmedos. Cuando el suelo ya no tiene más capacidad para absorber el agua que recibe, comienzan a formarse los charcos que normalmente vemos en los caminos. Esos típicos charcos gigantescos que ocupan casi todo el ancho del camino son debidos a la erosión causada por la costumbre de rodar alrededor de los charcos. Si rodeamos un charco, simplemente conseguimos erosionar el terreno circundante al charco, haciendo que el agua vaya ganando más y más terreno. Si conocemos el camino y estamos seguros que bajo el charco no existe un abismo por el que nos vayamos a despeñar, siempre debemos rodar por EL MEDIO de los charcos para evitar causar más erosión sobre el camino.
  • Aunque llueva, mantente bien hidratado: El frío y la lluvia pueden causar una falsa sensación sobre nosotros y hacernos sentir menos sed de lo habitual. A pesar de rodar con frío, lluvia, viento o nieve, nuestro cuerpo se calienta cuando practicamos ejercicio físico e igualmente perdemos líquidos con la sudoración. Debemos mantenernos bien hidratados siempre; antes, durante y después de rodar con la bicicleta.

Imagen | Rainy day - Foros de mtbr

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